Por Luisa Ballentine
Una mesa, una silla, luces, licor, música y un actor, que es Pablo Krögh dando vida a personajes desequilibrados por la pasión de un libro y la perversión que el tiempo ha vertido sobre él; son los elementos que conforman la obra número 100 del fallecido Jorge Díaz, “El Quijote no existe”, a cargo de la compañía de teatro El Lunar.
Miguel de Cervantes, el imprentero y otro par de caracteres extraños, dan vida a este monólogo, aunque parezca una contradicción, que destaca por la destreza de Krögh y su capacidad de interpretar cada personalidad sin perder los detalles que constituyen la naturaleza de cada ser humano.
Él está solo en el escenario de Lastarria 90. Tras su puesta en escena toda la compañía; sin embargo lo que vemos es una multiplicidad de cuerpos que se reparten de extremo a extremo dando forma a parlamentos cargados de historia y de especulación sobre lo que pudo hacer dicho desde lo más íntimo un Miguel de Cervantes perturbado por la obra que parece comerle la vida, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, y que lo destruye lentamente, incluso hoy.
El sello distintivo de El Lunar se hace presente a través del cuidado uso de recursos como la música y las luces, que marcan momentos claves de transición entre los personajes y que también permiten dar vida a instantes por lo menos curiosos, como la única aparición que hacen Don Quijote y Sancho Panza a lo largo del montaje.
Por esta notable interpretación, Pablo Krögh estuvo nominado a los Premio Altazor, en un claro reconocimiento por lo que significa un trabajo importante de entrega sobre el escenario, no sólo de su cuerpo sino también de su mente, pues la concentración que se observa en su labor es un signo inequívoco de lo involucrado que está su ser con los personajes que lleva sobre sus hombros.
Tal vez el Quijote no exista, pero sí la reflexión sobre lo que ha pasado con la obra más importante de la literatura hispana, y la leyenda de Miguel de Cervantes, plasmada en la locura que pudo haber vivido el autor, y en la indiferencia que aquello provoca 402 años después.
“El Quijote no existe” de Jorge Díaz
Compañía de Teatro El Lunar
Elenco: Pablo Krögh
Funciones: jueves a sábado 20:00 horas, domingo 19:30 horas
Lastarria 90, Santiago Centro
Entradas: $4.000 general, $2.000 estudiantes y tercera edad. Hasta el 14 de julio
Una mesa, una silla, luces, licor, música y un actor, que es Pablo Krögh dando vida a personajes desequilibrados por la pasión de un libro y la perversión que el tiempo ha vertido sobre él; son los elementos que conforman la obra número 100 del fallecido Jorge Díaz, “El Quijote no existe”, a cargo de la compañía de teatro El Lunar.
Miguel de Cervantes, el imprentero y otro par de caracteres extraños, dan vida a este monólogo, aunque parezca una contradicción, que destaca por la destreza de Krögh y su capacidad de interpretar cada personalidad sin perder los detalles que constituyen la naturaleza de cada ser humano.
Él está solo en el escenario de Lastarria 90. Tras su puesta en escena toda la compañía; sin embargo lo que vemos es una multiplicidad de cuerpos que se reparten de extremo a extremo dando forma a parlamentos cargados de historia y de especulación sobre lo que pudo hacer dicho desde lo más íntimo un Miguel de Cervantes perturbado por la obra que parece comerle la vida, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, y que lo destruye lentamente, incluso hoy.
El sello distintivo de El Lunar se hace presente a través del cuidado uso de recursos como la música y las luces, que marcan momentos claves de transición entre los personajes y que también permiten dar vida a instantes por lo menos curiosos, como la única aparición que hacen Don Quijote y Sancho Panza a lo largo del montaje.
Por esta notable interpretación, Pablo Krögh estuvo nominado a los Premio Altazor, en un claro reconocimiento por lo que significa un trabajo importante de entrega sobre el escenario, no sólo de su cuerpo sino también de su mente, pues la concentración que se observa en su labor es un signo inequívoco de lo involucrado que está su ser con los personajes que lleva sobre sus hombros.
Tal vez el Quijote no exista, pero sí la reflexión sobre lo que ha pasado con la obra más importante de la literatura hispana, y la leyenda de Miguel de Cervantes, plasmada en la locura que pudo haber vivido el autor, y en la indiferencia que aquello provoca 402 años después.
“El Quijote no existe” de Jorge Díaz
Compañía de Teatro El Lunar
Elenco: Pablo Krögh
Funciones: jueves a sábado 20:00 horas, domingo 19:30 horas
Lastarria 90, Santiago Centro
Entradas: $4.000 general, $2.000 estudiantes y tercera edad. Hasta el 14 de julio
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