Por Luisa Ballentine
Tras dos años de trabajo, al fin se estrenó en las tablas santiaguinas, la tercera y última parte de la trilogía “Náufragos de la memoria”, proyecto que comenzara Jorge Díaz con la compañía de teatro El Lunar y que dejara a medio camino tras producirse su fallecimiento.
En esta ocasión se trata de la obra “Exit”, montaje que sigue los pasos de “Pájaros en la tormenta” y “La mano inocente”, y que pone en escena a Pablo Krögh (en su primera incursión actoral dentro de esta tríada) y a Andrés García, quienes interpretan a dos amigos-compañeros que buscan la manera de sobrevivir a través de la capacidad artística de ambos (uno como documentalista y el otro como travesti) y de lo que pueden “expropiar” de un supermercado.
En “Exit”, a diferencia de las entregas previas, la reflexión que hacen los personajes acerca de la dictadura es mucho más introspectiva y casi inconsciente, construyendo así una suerte de interrelato entre las tres obras, donde la primera y la segunda son la confusión víctima-victimario, mientras que la última arroja a los hijos de la represión plagados de traumas y defectos heredados por la alienación de lo humano en el Chile de hace más de tres décadas.
Tal como en sus trabajos anteriores, El Lunar explota con perfecta precisión los recursos lumínicos y sonoros. Si bien esta vez la banda sonora no es tan preponderante como en “Pájaros en la tormenta”, la luz verde que comenzó a delinear el ambiente en “La mano inocente” se suma a ese piso de tierra y madera, dando mayor importancia al mobiliario y a los recursos externos. Aparecen por primera vez una tele, un espejo, un video, una filmadora y una cama, conformando la escenografía donde los traicionados de un país terminarán por darse contra el muro y mostrándose la espalda mutuamente.
La personificación de Andrés García es especialmente significativa porque representa la conversión de lo que se es en lo que no se es, es decir, el hombre en mujer, que perfectamente puede extrapolarse a este país que se disfraza frente a otros ocultando sus verdaderos huecos. Asimismo, Pablo Krögh en el rol del actor-director-en-permanente-búsqueda, es quien se mantiene con las ilusiones en alto, creyendo en la posibilidad de lograr algo con su obra artística, aunque derrotado a ratos por la necesidad de comprensión.
Se grafica aquí un Chile actual, con mala memoria, que se acuerda de pocas cosas, que ve borroso el pasado. Y de la mano de ello aparece un comportamiento que la víctima no debería tener en apariencia: aprovecharse de los suyos.
Tanto se ha criticado esa vuelta de chaqueta de la política noventera, que se ha ocultado lo humano que hay en tomar ventaja de los caídos, y por ahí se desprende un importante valor de “Exit”, porque esta trilogía que comenzó usando casi exclusivamente a la emoción como gran recurso y que continuó con las imágenes de la tortura, no termina con una lágrima en la garganta que apela a la destrucción del 70, sino con una mirada a cómo esos años hicieron estragos en quienes habitan el Chile de este 2008 y que quizás lo seguirán haciendo por muchos años más.
"Exit" de Jorge Díaz, adaptación de Pablo Krögh
Dirección: Sergio Schmied, Andrés García y Pablo Krögh
Elenco: Pablo Krögh y Andrés García
Funciones: 21 horas.
Teatro Finis Terra, Pedro de Valdivia 1509, Providencia
Entradas: $5.000 general, $3.000 estudiantes y tercera edad
Tras dos años de trabajo, al fin se estrenó en las tablas santiaguinas, la tercera y última parte de la trilogía “Náufragos de la memoria”, proyecto que comenzara Jorge Díaz con la compañía de teatro El Lunar y que dejara a medio camino tras producirse su fallecimiento.
En esta ocasión se trata de la obra “Exit”, montaje que sigue los pasos de “Pájaros en la tormenta” y “La mano inocente”, y que pone en escena a Pablo Krögh (en su primera incursión actoral dentro de esta tríada) y a Andrés García, quienes interpretan a dos amigos-compañeros que buscan la manera de sobrevivir a través de la capacidad artística de ambos (uno como documentalista y el otro como travesti) y de lo que pueden “expropiar” de un supermercado.
En “Exit”, a diferencia de las entregas previas, la reflexión que hacen los personajes acerca de la dictadura es mucho más introspectiva y casi inconsciente, construyendo así una suerte de interrelato entre las tres obras, donde la primera y la segunda son la confusión víctima-victimario, mientras que la última arroja a los hijos de la represión plagados de traumas y defectos heredados por la alienación de lo humano en el Chile de hace más de tres décadas.
Tal como en sus trabajos anteriores, El Lunar explota con perfecta precisión los recursos lumínicos y sonoros. Si bien esta vez la banda sonora no es tan preponderante como en “Pájaros en la tormenta”, la luz verde que comenzó a delinear el ambiente en “La mano inocente” se suma a ese piso de tierra y madera, dando mayor importancia al mobiliario y a los recursos externos. Aparecen por primera vez una tele, un espejo, un video, una filmadora y una cama, conformando la escenografía donde los traicionados de un país terminarán por darse contra el muro y mostrándose la espalda mutuamente.
La personificación de Andrés García es especialmente significativa porque representa la conversión de lo que se es en lo que no se es, es decir, el hombre en mujer, que perfectamente puede extrapolarse a este país que se disfraza frente a otros ocultando sus verdaderos huecos. Asimismo, Pablo Krögh en el rol del actor-director-en-permanente-búsqueda, es quien se mantiene con las ilusiones en alto, creyendo en la posibilidad de lograr algo con su obra artística, aunque derrotado a ratos por la necesidad de comprensión.
Se grafica aquí un Chile actual, con mala memoria, que se acuerda de pocas cosas, que ve borroso el pasado. Y de la mano de ello aparece un comportamiento que la víctima no debería tener en apariencia: aprovecharse de los suyos.
Tanto se ha criticado esa vuelta de chaqueta de la política noventera, que se ha ocultado lo humano que hay en tomar ventaja de los caídos, y por ahí se desprende un importante valor de “Exit”, porque esta trilogía que comenzó usando casi exclusivamente a la emoción como gran recurso y que continuó con las imágenes de la tortura, no termina con una lágrima en la garganta que apela a la destrucción del 70, sino con una mirada a cómo esos años hicieron estragos en quienes habitan el Chile de este 2008 y que quizás lo seguirán haciendo por muchos años más.
"Exit" de Jorge Díaz, adaptación de Pablo Krögh
Dirección: Sergio Schmied, Andrés García y Pablo Krögh
Elenco: Pablo Krögh y Andrés García
Funciones: 21 horas.
Teatro Finis Terra, Pedro de Valdivia 1509, Providencia
Entradas: $5.000 general, $3.000 estudiantes y tercera edad
2 comentarios:
¿Sabes si esta obra será presentada nuevamente? Creo que duraba hasta el 26 de enero solamente.
Sí, terminó el 26 y tengo la impresión de que regresarán nuevamente con una pasada a la trilogía completa, pero no conozco la fecha ni tampoco si esto será así finalmente.
En cuanto tenga noticias, os aviso.
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