A orillas del Neva
Por Luisa Ballentine
Recrear la vieja Rusia en los momentos en que se teñía de rojo y hacer de sus personajes un elemento creíble y real, no parece ser una tarea sencilla en el humilde registro en el que se mueve el teatro de estos lados.
Justamente por lograr este perfecto equilibrio, es que Neva, montaje de Guillermo Calderón, se convirtió en un éxito de crítica y público, consiguiendo ser calificada como la mejor obra del 2006 y arrasando en la entrega de los Premios Altazor, realizada en el mes de abril.
¿Qué es lo grandioso de la puesta en escena que propone Neva? Sin duda alguna que el texto, que narra un breve momento de la historia de Olga Knipper, viuda del escritor Anton Chèjov, quien lo recuerda a seis días de su muerte, en uno de los ensayos de un pequeño teatro de San Petersburgo.
Entre confesiones y juegos truculentos, se deja entrever también la crisis por la que atravesaba la Rusia de 1905. No hay efectos de sonidos, pero los personajes nos hacen saber que todo arde, que las revueltas no cesan en las afueras, y que ese teatro, representado sólo por un pequeño cubo, una silla y un calefactor que también es la iluminación de la sala, es el único lugar seguro para un trío de actores.
Por esta entrega, la protagonista Trinidad González, recibió un Altazor como Mejor Actriz, categoría en donde competía precisamente con su colega en el escenario, Paula Zúñiga, quien se luce en varios momentos del montaje, gracias a los cambios de personalidad que experimenta su personaje y al monólogo final que termina por hundir al espectador en el frío invierno de aquella Rusia que arde a orillas del Río Neva.
El Centro Mori aporta, con su inmejorable infraestructura, el clima de intimidad necesario para que todos los espectadores se sumerjan en esta tragedia rusa, a pesar de que las primeras filas se pierden parte importante del trabajo actoral sobre el mínimo escenario dispuesto para el desarrollo.
La sencillez de esta puesta en escena, pone de manifiesto que son la potencia del texto, la dirección y un gran elenco experimentado en las artes escénicas, las condiciones necesarias para ofrecer un gran espectáculo, y no necesariamente los artilugios de las enormes escenografías ni los actores que saltan del televisor a las tablas.
Recrear la vieja Rusia en los momentos en que se teñía de rojo y hacer de sus personajes un elemento creíble y real, no parece ser una tarea sencilla en el humilde registro en el que se mueve el teatro de estos lados.
Justamente por lograr este perfecto equilibrio, es que Neva, montaje de Guillermo Calderón, se convirtió en un éxito de crítica y público, consiguiendo ser calificada como la mejor obra del 2006 y arrasando en la entrega de los Premios Altazor, realizada en el mes de abril.
¿Qué es lo grandioso de la puesta en escena que propone Neva? Sin duda alguna que el texto, que narra un breve momento de la historia de Olga Knipper, viuda del escritor Anton Chèjov, quien lo recuerda a seis días de su muerte, en uno de los ensayos de un pequeño teatro de San Petersburgo.
Entre confesiones y juegos truculentos, se deja entrever también la crisis por la que atravesaba la Rusia de 1905. No hay efectos de sonidos, pero los personajes nos hacen saber que todo arde, que las revueltas no cesan en las afueras, y que ese teatro, representado sólo por un pequeño cubo, una silla y un calefactor que también es la iluminación de la sala, es el único lugar seguro para un trío de actores.
Por esta entrega, la protagonista Trinidad González, recibió un Altazor como Mejor Actriz, categoría en donde competía precisamente con su colega en el escenario, Paula Zúñiga, quien se luce en varios momentos del montaje, gracias a los cambios de personalidad que experimenta su personaje y al monólogo final que termina por hundir al espectador en el frío invierno de aquella Rusia que arde a orillas del Río Neva.
El Centro Mori aporta, con su inmejorable infraestructura, el clima de intimidad necesario para que todos los espectadores se sumerjan en esta tragedia rusa, a pesar de que las primeras filas se pierden parte importante del trabajo actoral sobre el mínimo escenario dispuesto para el desarrollo.
La sencillez de esta puesta en escena, pone de manifiesto que son la potencia del texto, la dirección y un gran elenco experimentado en las artes escénicas, las condiciones necesarias para ofrecer un gran espectáculo, y no necesariamente los artilugios de las enormes escenografías ni los actores que saltan del televisor a las tablas.
“Neva”
Escrita y dirigida por Guillermo Calderón
Elenco: Trinidad González, Paula Zúñiga yJorge Becker
Funciones: viernes y sábado a las 21:00 hrs, domingo 20:30 hrs., hasta el 3 de junio
Centro Mori. Constitución 183, Barrio Bellavista
Entradas: $5.000 general, $3.000 tercera edad y estudiantes
Escrita y dirigida por Guillermo Calderón
Elenco: Trinidad González, Paula Zúñiga yJorge Becker
Funciones: viernes y sábado a las 21:00 hrs, domingo 20:30 hrs., hasta el 3 de junio
Centro Mori. Constitución 183, Barrio Bellavista
Entradas: $5.000 general, $3.000 tercera edad y estudiantes
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