Por Luisa Ballentine
Laura Pizarro y Juan Carlos Zagal comandan la primera entrega de la nueva compañía Teatro Cinema, con claras influencias de lo que fueron sus años como integrantes de La Troppa, donde adquirieron este sello tan particular de mostrar en las artes escénicas, lenguajes distintos a los tradicionales.
Esta apuesta, “Sin sangre”, toma su argumento de la novela del mismo nombre del italiano Alessandro Baricco, quien cuenta la historia de un padre de familia asesinado junto a su hijo, cuya muerte desatará los infiernos de la hija que le sobrevive y de sus ejecutores.
Más de 13.000 personas ya han visto este montaje, y todos coinciden en definirlo con dos palabras: visual y cinematográfico. ¿Pero qué quieren decir con esto? Literalmente que la puesta en escena está construida y pensada para ser vista en código de séptimo arte; y tanto es así que en algunos momentos el espectador se pregunta perplejo si es que los personajes están sobre el escenario o fueran grabados previamente.
Cuando los actores llevan tantos años de trabajo en el cuerpo y el oficio de crear se ha hecho carne en ellos, es posible apreciar una obra de estas características, donde no hay espacio para la improvisación, donde la escenografía, las luces, el sonido, y en este caso también las proyecciones visuales, trabajan como una máquina aceitada donde cada engranaje calza sus hendiduras en perfecta armonía con los demás componentes. En ningún momento veremos vacilación o falta de sincronía, pues todo está ejecutado a un nivel de pulcritud máxima.
Por todo esto, “Sin sangre” impresiona. Los primeros minutos es posible que incluso se pierda de vista lo que nos quieren contar, mientras nos sumimos en la imagen primera de un auto que va por la ruta. Y no nos referimos a un auto imaginario que los actores fingen, sino a uno real. Hay un vehículo sobre el escenario, luego hay una casa, un restaurante, un hotel. Todo eso sin movernos un centímetro de nuestros asientos.
Quienes estén acostumbrados a una puesta en escena de más humildad técnica, quedarán sorprendidos con este despliegue que conjuga lo mejor de dos lenguajes tan distintos, como el teatro y el cine; disfrutando de una construcción audiovisual de gran calidad, pero al mismo tiempo de actuaciones soberbias e intérpretes que nos muestran personalidades complejas, enfermas y tan humanas como es posible en este mundo.
Las razones para verla sobran, y quienes no alcancen en este último fin de semana, tendrán la oportunidad de asistir al nuevo Mori de Parque Arauco para disfrutar de una segunda temporada que también se repetirá en el marco del Festival Santiago a Mil; sin embargo los altísimos precios harán desistir a más de alguno, que sólo podrá quedarse con estas palabras y los comentarios sobre una de las piezas maestras del nuevo teatro chileno, que esperamos llegue a muchos más espectadores que ahora se quedarán con las ganas.
“Sin sangre” basada en la novela homónima de Alessandro Baricco
Dirección: Juan Carlos Zagal
Elenco: Juan Carlos Zagal, Laura Pizarro, Diego Fontecilla, Ernesto Anacona y Etiene Bobenrieth
Funciones: viernes y sábado 20:30 horas, domingo 19:30 horas
Teatro de la Universidad Católica, Jorge Washington 26, Ñuñoa
Entradas: $8.000 general, $5.000 estudiantes y tercera edad
Laura Pizarro y Juan Carlos Zagal comandan la primera entrega de la nueva compañía Teatro Cinema, con claras influencias de lo que fueron sus años como integrantes de La Troppa, donde adquirieron este sello tan particular de mostrar en las artes escénicas, lenguajes distintos a los tradicionales.
Esta apuesta, “Sin sangre”, toma su argumento de la novela del mismo nombre del italiano Alessandro Baricco, quien cuenta la historia de un padre de familia asesinado junto a su hijo, cuya muerte desatará los infiernos de la hija que le sobrevive y de sus ejecutores.
Más de 13.000 personas ya han visto este montaje, y todos coinciden en definirlo con dos palabras: visual y cinematográfico. ¿Pero qué quieren decir con esto? Literalmente que la puesta en escena está construida y pensada para ser vista en código de séptimo arte; y tanto es así que en algunos momentos el espectador se pregunta perplejo si es que los personajes están sobre el escenario o fueran grabados previamente.
Cuando los actores llevan tantos años de trabajo en el cuerpo y el oficio de crear se ha hecho carne en ellos, es posible apreciar una obra de estas características, donde no hay espacio para la improvisación, donde la escenografía, las luces, el sonido, y en este caso también las proyecciones visuales, trabajan como una máquina aceitada donde cada engranaje calza sus hendiduras en perfecta armonía con los demás componentes. En ningún momento veremos vacilación o falta de sincronía, pues todo está ejecutado a un nivel de pulcritud máxima.
Por todo esto, “Sin sangre” impresiona. Los primeros minutos es posible que incluso se pierda de vista lo que nos quieren contar, mientras nos sumimos en la imagen primera de un auto que va por la ruta. Y no nos referimos a un auto imaginario que los actores fingen, sino a uno real. Hay un vehículo sobre el escenario, luego hay una casa, un restaurante, un hotel. Todo eso sin movernos un centímetro de nuestros asientos.
Quienes estén acostumbrados a una puesta en escena de más humildad técnica, quedarán sorprendidos con este despliegue que conjuga lo mejor de dos lenguajes tan distintos, como el teatro y el cine; disfrutando de una construcción audiovisual de gran calidad, pero al mismo tiempo de actuaciones soberbias e intérpretes que nos muestran personalidades complejas, enfermas y tan humanas como es posible en este mundo.
Las razones para verla sobran, y quienes no alcancen en este último fin de semana, tendrán la oportunidad de asistir al nuevo Mori de Parque Arauco para disfrutar de una segunda temporada que también se repetirá en el marco del Festival Santiago a Mil; sin embargo los altísimos precios harán desistir a más de alguno, que sólo podrá quedarse con estas palabras y los comentarios sobre una de las piezas maestras del nuevo teatro chileno, que esperamos llegue a muchos más espectadores que ahora se quedarán con las ganas.
“Sin sangre” basada en la novela homónima de Alessandro Baricco
Dirección: Juan Carlos Zagal
Elenco: Juan Carlos Zagal, Laura Pizarro, Diego Fontecilla, Ernesto Anacona y Etiene Bobenrieth
Funciones: viernes y sábado 20:30 horas, domingo 19:30 horas
Teatro de la Universidad Católica, Jorge Washington 26, Ñuñoa
Entradas: $8.000 general, $5.000 estudiantes y tercera edad
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