lunes, 6 de septiembre de 2010

Primer paraíso

Por Luisa Ballentine

Primer paraíso es una especie de thiller teatral. Los personajes pertenecen a estereotipos reconocibles que podemos ubicar en películas de matones y en circos de fenómenos. Unos tras otros andan tras de sí para despedazarse mutuamente en cuanto se encuentren indefensos. Es vivir bajo la política de que quien pestañea pierde. Y acá se pierde en grande.

El argumento gira en torno a una incipiente pareja marcada por la manipulación, el deseo y la represión externa. Todos les dicen qué y cómo lo deben hacer, perdiéndolos en laberintos de razones a los que se suma un pasado confuso que los contrapone y los enfrenta como rivales sin querer queriendo.

El aspecto que más me llama la atención de Primer paraíso es su gran visualidad. La iluminación es muy precisa y brinda atmósferas más que interesantes que permiten a los personajes mostrarse misteriosos y reconocer qué los distingue. Asimismo, la escenografía que evoca un matadero logra intimidar y entrega escenas pesadillescas de lo que allí ocurre u ocurrió en algún pasado lejano.

Es un montaje, extraño, con personajes limítrofes y una propuesta interesante que habla acerca de cómo nos pesa aquello que le pasó a otros y cómo esto puede ser la perdición... o un paraíso personal.

¿Cuándo y dónde? Ver ficha en Solo Teatro.

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